Algunos estudios afirman que los europeos superamos los 20 kilogramos de RAEE (residuos eléctricos y electrónicos) por persona y año, pero apenas recogemos de media 1-2 kilogramos. Hay que tener en cuenta que son la mayor fuente de metales pesados y contaminantes orgánicos de los residuos municipales. Sólo hay que ver el crecimiento que han tenido determinados artefactos que, como el teléfono móvil, cada vez están más generalizados.
En los últimos años ha crecido la preocupación acerca del uso de químicos peligrosos en la manufactura de bienes de consumo, debido al potencial peligro que representan para el medio ambiente y la salud humana durante su manufactura, uso y posterior eliminación. Un sector donde la atención ha sido concentrada es el de la producción de equipos eléctricos y electrónicos, cuyos periodos de vida han decrecido provocando el aumento de la basura derivada de este sector con sus consecuentes daños. Se sabe que algunos productos eléctricos, incluyendo computadoras, contienen metales pesados y otros químicos peligrosos, situación grave si se consideran los impactos que resultan del reciclaje y desecho de equipos eléctricos y electrónicos viejos que contienen sustancias tóxicas.
Cada año quedan obsoletos en España 2,5 millones de equipos informáticos, y la tendencia general en el mundo desarrollado es a igualar el número de equipos adquiridos con el número de equipos obsoletos. En estos momentos circulan por el Estado español 15 millones de reproductores MP3, 18 millones de cámaras digitales, etc. Tan sólo en Estados Unidos, cada año se desechan 30 millones de computadoras personales o PCs.
Las 3 R
Básicamente se basa en estos tres principios:
Reducir es la más importante ya que tiene el efecto más directo y amplio en la reducción de los daños al medio ambiente, y consiste en dos partes:
- Comprar menos reduce el uso de energía, agua, materia prima (madera, metal, minerales, etc.) y químicos utilizados en la fabricación de los productos; disminuye las emisiones producidas en el transporte del producto, y también minimiza la contaminación producida por su desecho y desintegración.
- Utilizar menos recursos (agua, energía, gasolina, etc.) se puede lograr con focos y electrodomésticos más eficientes, una casa bien mantenida y buenos hábitos como desenchufar los aparatos eléctricos cuando no están en uso, cerrar el agua de la ducha mientras te enjabonas y compartir tu coche.
En este sentido la Ecotaxa belga (se multan los productos con exceso de embalaje) o el punto verde alemán (informan al consumidor de los productos con un embalaje correcto) han dado buenos resultados.
Reciclar es la erre más común y menos eficaz. Se trata de rescatar lo posible de un material que ya no sirve para nada (comúnmente llamado basura) y convertirlo en un producto nuevo. Por ejemplo, una caja vieja de cartón se puede triturar y a través de un proceso industrial o casero convierte a papel nuevo. Lo bueno del reciclaje es que los residuos disminuyen porque los objetos se reincorporan a la cadena de fabricación. Es el caso del papel, vidrio, pilas, plásticos o latas. El reciclado implica, casi siempre, disminuciones en los consumos de agua, energía y/o materias primas y, sobre todo, de la contaminación producida.
Reutilizar significa alargar la vida de cada producto desde cuando se compra hasta cuando se tira o simplemente aprovechar al máximo las cosas antes de tirarlas a la basura y seguir generando contaminación. La mayoría de los bienes pueden tener más de una vida útil, sea reparándolos o utilizando la imaginación para darles otro uso. Por ejemplo, una botella de refresco se puede rellenar (el mismo uso) o se puede convertir en portavelas, cenicero, maceta o florero (otro uso). En ocasiones, puede darse el mismo uso una y otra vez sin necesidad de encarar ningún tipo de proceso (por ejemplo, usando una bolsa de tela para hacer las compras). En otros casos, la reutilización requiere de ciertos procesos para que el material vuelva a estar apto (el reciclado de papel). Otra posibilidad es ceder el producto usado a otra persona, para quien resultará útil (donando ropa o regalando un juego de platos). Reutilizar también incluye la compra de productos de segunda mano, ya que esto alarga la vida útil del producto y a la vez implica una reducción de consumo de productos nuevos, porque en vez de comprar algo nuevo lo compras de segunda mano. Desde el punto de vista de la ecología, pues, siempre es recomendable reusar los productos.
Como podéis ver, en TeSo, más que Reciclar lo que hacemos es Reusar los equipos informáticos. Si bien, usamos el término Reciclar ya que es una palabra comúnmente mucho más utilizada en el lenguaje natural.
Por último, algunos ejemplos más de lo que sería el Reuso. Aquí, las piezas obsoletas se utilizan como arte en un importante hotel de Crotona (Italia).